Té de roca o del puerto,
pequeña planta, muy aromática, de flores amarillas, olor dulzón. Se tomaba al finalizar las comidas, como buen digestivo. De
ahí, la unión, entre el té y el orujo. Crece en el puerto,
entre rocas, estaba muy solicitada en nuestro Valle. De esta
combinación sale un licor suave, con pequeños matices dulces.
Ingredientes: Té del puerto, un manojo,
aguardiente 1 litro, azúcar ½ kg,
corteza de lima, agua ½
litro,
Preparación: Poner un manojo
de té en un cazo, con un poco de agua, hay que tratar de
que salga lo mas concentrado posible. Llevar a ebullición durante unos 10 minutos. Mientras esto se hace, preparamos el resto de los
ingredientes. En un frasco con cierre hermético, ponemos el
aguardiente, la cascara de la lima (la cual habremos lavado, frotado
bien para quitar restos de pesticidas, ceras abrillantadoras, y
tratamientos anti moho) añadimos el agua con el té, lo dejamos
durante 15 días macerando.
Una vez trascurrido el tiempo de maceración,
preparamos el almíbar con el azúcar, el agua, hervir durante 10
minutos sin dejar de remover. Filtramos el preparado y le añadimos el almíbar, dejamos reposar durante unos días
para que se unan los diferentes sabores. Pondré las fotos cuando lo
tenga filtrado.
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